septiembre 24, 2012

La verdadera necesidad de cambiar el auto

Es una sensación bastante dual: Y creo que a varios les debe suceder.

Por un lado, las ganas de ponerse al día con la tecnología automotriz , y por la otra, nuestros deseos por reducir la huella de carbono de la familia se contraponen de tal manera que parecieran transformarse en el diablito y el angelito que aparecen en los momentos de poner en acción el libre albedrío.

El diablillo dice...
Este es el tradicional tipo que con su
carisma nos  convence de lo que
no siempre es bueno.
#FuckYeah
Oye, cambiar el auto es un signo de status, para qué estamos con cosas. En especial, en la nuestra sociedad chilena,  cosa que me encanta!! El pecado de la avaricia es uno de mis favoritos.
Admitan que es difícil convivir con vecinos que salen del estacionamiento del edificio con el tradicional Toyota Tercel  plateado -con el que estábamos acostumbrados a verlos estacionarse- y que llegan con la tonta Flor Explorer -como la del chiste-, en forma intempestiva. Esto produce un cierto efecto de poca amistad para con el individuo. Y la piel se pone un poco verde. Y les aclaro que eso se llama envidia. 

El modelo que sale...
Siiiiiii, no mientan.Yo creo que solo Santa Teresa de Calcuta correría a abrazarlo para entregarle profundas y transparentes felicitaciones. #Ohwait, mal ejemplo porque, ella, lo incitaría a despojarse de sus bienes, ujum. Bien, me quedo, entonces, con la lista de los felices reducida a casi cero, eso, si eliminamos a los parientes cercanos del suertudo en cuestión; esposa, hijos, hermanos...y no nos alejemos mucho del vínculo porque creo yo que ellos también se van sumando a los verdecitos que siente poca amistad. Naaaaa, sean sinceros. No mejor mientan.

El modelito que entra...
Endéudese no más. Su auto cuesta tres millones? Y esa llamadita de la ejecutiva del banco que le ofreció ampliar la línea de crédito? Si la acepta, nos llevamos el tonto auto de nueve millones, cierto? Y le dejamos las bolsas en los asientos por más de un mes, la idea es poder mostrarle incluso a los desconocidos nuestra adquisición. Dele, yo lo apoyo.



Y el angelito arremete...
Hermano mío..., vives en una sociedad tan consumista, intenta alejarte de los deseos materiales haciendo un bien.
Vives en una ciudad donde la congestión vehicular es pan de cada día y si todos no cooperamos vamos a colapsar el lugar que nos cobija...Puedes usar la locomoción colectiva, no importa que te vengas colgando en la pisadera, tómalo como una cruz que debes llevar hacia el camino de la santidad y del despojo.

Ande en bicicleta, aunque los autos se le tiren encima y los peatones no lo dejen avanzar porque caminan al centro de las veredas...eso es superable, absolutamente.
Suba al metro y comparta sus pensamientos y anhelos con al menos, tres pasajeros, en su metro cuadrado.

Cree que ambas posturas son duras e intrasingentes?
Tranquilos, hay otros caminos, gente.
Si no tiene el presupuesto, mantenga su auto hasta que pueda reemplazarlo sin endeudarse demasiado, no cree?
Si quiere ser ecológico de corazón, cada vez que pueda, deje el auto en casa y de una buena caminata camino al sitio de los trámites o...súbase a la bici para ir a su trabajo
Si quiere cambiar su modelito de todas maneras, podría aminorar su aporte al aumento del parque automotriz de la ciudad, compartiendo el elemento en cuestión con su vecino, por ejemplo, para irse al trabajo o con algún otro papá para llevar los niños al colegio.


Y si no hay otra opción que
cambiarlo para saciar los verdaderos deseos...
Este sería el mío.
#PockerFace

Hasta la próxima.



2 comentarios:

  1. Paulyy en la encuesta te faltó; No tengo auto, prefiero gastar la plata en carrete xD jajaja oyee no se nota mucho cámbiale el color para que se vea más ! :) Saludos !!!

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  2. Encuentro que te quedaste corta con los 3 por metro cuadrado, se puede ver hasta 6 ó 7 y ese realmente es un camino a la santidad.

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