Los espectáculos de la realidad o...reality show (Parte 1)

A raíz de la polémica en relación al estreno del reality de la vida de cierta animadora y su familia, pienso que deberíamos darle más análisis del que han tenido.

Para recopilar información y poder opinar tuve que ver un capítulo del programa que se encontraba mode on tiempo atrás.
Y ver, al menos, las continuidades o el clásico segmento "en el capítulo anterior..." de los siguientes.
Es como votar. Para votar hay que informarse. Y votar. Si no, no reclame. #Corta.


En ésa ocasión fue el turno de Perla, una gitana bien dotada que parecía dar bastantes dolores de cabeza a su círculo familiar. Pero, reconozco, que lo que más me llamaba la atención del teleshow aquel era su slogan "tan real como tú", porque las imágenes de las continuidades me parecían no coincidir con aquella afirmación...a menos que...

No domino para nada los detalles de las costumbres de los gitanos, sólo conocí algo cuando ví una teleserie de época ambientada en un prominente pueblo de Chile, donde convivían coterráneos y caleses.
Y, debo reconocer, que a través de ésta inocente producción, me enteré el fervor del pueblo zíngaro por Santa Sara, lo estricto de las jerarquías dentro de su sociedad...entre otras cosas.
En cambio, no sé qué efecto habrá tenido Perla, donde...

La gitana tenía una relación con un no-gitano (extranjero, se llama para ellos?) (Para los RapaNui somos los del "conti" :))
Su círculo de amistades dejaba bastante que desear...(Cangri y Dash....? Próximamente con su propio reality? Qué hemos hecho para merecer esto?)
Mostraba las piernas...y...qué no usan faldas largas para no mostrarlas?


Mientras tanto, la gitana hacía de las suyas, sus amigos inseparables, a quienes tuve la suerte (o, quizás, desgracia) de conoce cuando ví el capítulo, habían conseguido "tra´ajohh", pero, uno de ellos, "se quedoh dormío, y no fué no más poh, logo", por su parte, el primo/pololo de Perla; Nine contaba su peripecia cuando pidió prestado un auto último modelo y lo "corrió en una carrera de amigos"..., pero con tan mala suerte que destroza una rueda al terminar. "Y cómo le voy a pagar este ahora" dijo con voz bien agitanada.
Ejemplo para la juventud.

De ése tiempo a ésta parte, han venido muchos otros, algunos con más o menos éxito, pero, sinceramente sigo sin entender cuál es el imán que atrae a tanta gente.

Ver cómo se baña una tremenda mujer en onda pre histórica, en su ducha hechiza con mangueras artesanales y piso de paja, resaltanto su delantera y trasera espectacular (modelada o no por la naturaleza del quirófano) mmhhh, sí puede ser, pasa por voyerismo, pero escuchar a una niña que solo habla estupideces, miente, provoca conflictos...Es que no son suficientes los conflictos que debemos soportar apenas salimos de la casa al trabajo?

Que qué hay de lo que está on line?

Pues bien, hay un rapero que triunfó en el extranjero y que está de vuelta en Chile, y se apellida Méndez. No sé qué tiene el señor en cuestión, pero me cae en gracia, cosa que no significa que me interese conocer su casa, (a pesar de que ya me enteré que vive en el sector alto rural de nuestra región), menos los problemas que le surgen con sus hijos...quizás los resuelva rapeando, pero me intriga saber qué gana la gente sabiendo qué almuerza o a qué hora comienza su agitado día.

Y se han preguntado, de qué manera afectará la vida de la gente que vea - porque va a tener audiencia a pesar de las campañas en su contra o espero ansiosamente equivocarme! - sabiendo cómo esta animadora tan cuestionada organiza su agenda diaria, o renueva la decoración de su hogar. Y lo que es peor, nosotros, remordiéndonos la conciencia en su nombre, mientras seguimos urgando en su billetera, pero a la vez, dándole más de qué hablar.


Puedo estar muy en desacuerdo o no con este tipo de programas, sé que los hay peores...(hay algunos ejemplos en el cable que prefiero ni mencionar para no tentar a la suerte), lo cierto es que la televisión se alimenta de lo que quiere la gente, lo que quiere la gente se traduce en rating, concepto que nosotros, los publicistas, usamos como herramienta para saber, nuevamente, qué quiere la gente.

No me queda más que recordar el dicho de mi abuelita que dice...
"La culpa no la tiene el chanchito, sino quién le da el afrecho"

Fin parte 1.