noviembre 28, 2012

La hija de mi amiga Clara

Tengo una amiga que se llama Clara. La conocí en el colegio, en las clásicas reuniones de apoderados. Ella es una mujer joven, atractiva, se le ve bien inteligente pero medio tímida. Pero, lo que yo no sabía de de ella, es que cuando algún tema la apasiona, es capaz de apostar sus bienes como el más avezado de los jugadores en Las Vegas. Y así fue como una vez escuché su voz, defendiendo los derechos de quienes ella encontraba pertinente defender...

Clara me mostró el otro día su ojo izquierdo.
- Mira - me dijo casi susurrando, mientras acercaba su cara hacia mí de manera sorpresiva. El párpado del ojo en cuestión parecía tener una leve vibración, casi imperceptible. Qué qué pasaba para que su ojo no la dejara en paz? Pues su hija menor estaba creciendo. Le llegó la regla? - pregunté. No, no, no - agitó su cabeza medio nerviosa. Se está desarrollando más de la cuenta....? - volví a preguntarle más intrigada aún. No, no, noooo - negó con su dedo y me mira haciendo una señal de silencio. Le gusta....por primera vez le gusta un niñito del colegio, le pidieron...pololeo... - pudo articular por fin.

La cuestión era la siguiente, su hija, su pequeña hijita, apenas pre adolescente, había guardado las barbies y ahora se interesaba en los Ken, pero de carne y hueso.
Ambas somos mamás modernas, asique corrimos a su casa a sentarnos frente al laptop y claramente hicimos lo que les disgusta mucho a los tweens: les sicoseamos su perfil. Y las evidencias eran bastantes, fotos etiquetadas, memes dedicados, a cada comentario un "me gusta" por respuesta...
Yo no quería abrir la boca para no complicar aún más el momento, creo que ahora ambos ojos de Clara palpitaban ferozmente, pues su respiración parecía acelerada...pobre (o paaaaaaabre), su hija había crecido.
Después de que la pantalla del laptop se fuera a negro, nos servimos un té con especias en su terraza y mientras bebíamos a pequeños sorbitos, comentamos con nostalgia y alegría lo que había pasado por nuestras propias cabezas y corazones en aquellos momentos, cuando éramos adolescentes. Las mariposas cuando veías al ser que te gustaba, la clásica amiga que te decía con voz chillona "Sí, siiiiiii, te miroooooooooo, yo lo viiiii" Las manos que sudaban...los mensajes en el cuaderno..., el corazón en la pizarra con una flecha que lo cruzaba y el clásico S.A.

Sin embargo...hay que aceptar cuando la vida toma su camino, el mismo que tomamos nosotras años atrás y el que nos llevó a conocer, mucho tiempo después, al hombre con el que llegamos al altar...al menos en nuestros casos...
.
Mientras sonreíamos al recordar momentos, imágenes, canciones...mensajes, me transporté en el tiempo y sentí lo que debía estar sintiendo Clara. Mis hijos, mis ojos, los soles de mi universo...llegarían a esa crucial etapa pronto, muy pronto; y la única opción que me queda es vivirla de la manera más madura posible.
Entender cuando solo quieren chatear con el ser en cuestión, cuando suben fotos y esperan el "me gusta", cuando se dedican la imagen de las dos manos formando un corazón...cuando esperan con ansias el recreo para verlo acercarse hacia la sala...brrrrrrrrrr.....

A la semana siguiente, acompañé a Clara a buscar a su hija al colegio. Nos bajamos del auto, fingiendo estar muy distraídas y absortas en nuestra conversación. Y tu hija - me pregunta Clara, con cierta ironía - se fue con tu nana, cierto? Claaaaaro - respondí yo al mismo tiempo que sentía que mi corazón comenzaba a acelerarse. Solo el comisario de The Walking Dead puede entender lo que sentí en ese momento, se me nubló la vista y todos los que estaban a mi alrededor se transformaron en muertos vivientes queriendo atacarme...tomé un fusil cargado y apunté a un niño que me sonreía tímidamente...Sé que detrás de esa sonrisa tenía las más oscuras intenciones, sed de venganza y la necesidad de capturar una víctima para transformarlo en uno más...para ser una carnada...

Clara me remece. Qué, qué, qué pasa? - pregunto con voz entrecortada -. Escuchaste? escuchaste? - me susurra inquieta -, escuchaste lo que te dijo tu hija? Te está pidiendo permiso para... Y nuevamente dejé de escuchar, no entendí nada, me hablaban en elfo y yo me había transformado en Gollum.


Momentos más tarde, está Clara abanicándome con un cuaderno mientras sicoseábamos el perfil de mi propia hija. La evidencia era indiscutible: Necesitaría un tanque de oxígeno para contarle a mi marido más tarde que...nuestra hija también había crecido. 

#CuandoTenganHijosVanAEntender es mi hashtag favorito. Ya lo pondré como TT.
Hasta la vista.....



2 comentarios:

  1. Partimos a buscar la escopeta !! jaja ahora sicopatear a los niños es mucho mas fácil (dimelo a mi que soy casi nativa digital con una hermana de 14!!) no se mueve nada sin que yo lo sepa !! jajaa complicado el asunto, pero mientras le des toda la confianza a la vale sin presiones (por que cohibe eso de ya niñita ahora hay que ir al ginecólogo!) puede que resulte más fácil :) espero el post del 2013 !!!!!!! besoooos :)

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