octubre 24, 2011

Correr o no correr... that´s the question, K

Bueno... El deporte me apasiona. La primera vez que pisé un gimnasio fue a los doce años, cuando una amiga me invitó a inscribirme en voleibol... Voleibol, me sonaba una palabra totalmente sofisticada, imagínense, no se dice "pelota" se dice "balón"..., hay zapatillas "de" voleibol, rodilleras "de" voleibol"..., cancha "de" voleibol...

Creo que los primeros mejores momentos de mi adolescencia los pasé en la cancha aprendiendo a jugar voleibol, y sin saber, transformándome en una incipiente deportista. A pesar de que en esa época, todavía era yo muy merengue, y cualquier frío matinal me dejaba un par de días en cama. Cómo no olvidar aquellas noches de viernes, en que me tragaba los estornudos y las toses, me sonaba escondida en el baño y me echaba muuucho mentolatum en el pecho para aplacar cualquier bacteria intrusa que pudiera inducir a mi madre a pensar que estaba en un momentum de debilidad física...Sí, la debilidad física significaba dejar mi bolso en el clóset y mi "balón" en su mallita al lado de la cama. Castigados los tres todo el fin de semana.
En honor a todo el esfuerzo que hice de adolescente y de más mayorcita después, he decidido que quiero ser una señora deportista; cultivando el ejercicio hasta mi vejez. Admiro desde lo más profundo de mi ser a aquellos abuelitos que veo caminando enfundados en ropa deportiva, andando en bicicleta, hasta trotando. Y más rápido que una...

Las oportunidades están a la vuelta de la esquina, ponte zapatillas, algo cómodo y sal a caminar, trotar, andar en bici. Pero..., me he dado cuenta, que la historia no toda es de color deporte, hay varios factores a considerar, por ejemplo, las zapatillas.
Me compré unas LA GEAR rock and tone. No me importaron mucho los beneficios que decía el mail de "Groupon", más bien el precio me hizo abrir los ojos tan grandes como mono japonés estilo Candy... y como se acercaba mi cumpleaños, hice algunas llamadas estratégicas y listo. El folleto dice que están diseñadas para que las piernas se ejerciten más de lo normal al caminar, en otras palabras, aumenta la actividad muscular de los músculos de - oigan bien por favor - las piernas, nalgas y abductores.
Bien!!, me dije a mi misma, a recuperar el terreno perdido desde el yoga del año pasado, el pilates de el año antepasado, el acondicionamiento físico del año ante ante pasado..., cómo? Caminando a la oficina, con varios objetivos, sí señor, bajaremos la "huella de carbono" de la familia, camino y modelo el derriërre. Todos las metas de mi vida en una sola cajita de Pandora.

Pero, la ambición siempre ataca, quiéralo uno o no. Mal que mal, practiqué durante muchos años un deporte competitivo, donde el punto del otro equipo es casi como una espinilla sin posibilidades de expulsar con los métodos tradicionales. 
Todas las "señoras" deportistas tienen tenidas especiales, para qué hablar de las "señoritas". Y todo combina, y todo tiene una marca,"Ever...last" dice donde quiera que mires, en la polera escotada, en el polerón ajustado, en la calza apretadita, en la vicera, en el bolso, en el..... cómo es que llegué a tener como tres poleras, no sé, y cómo es que parece que estoy dentro del círculo "Ever", tampoco.

Entonces estoy lista para el próximo nivel, incluir en el vocabulario la letra K. Si pues, porque ahora se dice "me inscribí en los tres K" o corrí los 42K... Y es toda una experiencia, les diré, porque de partida, es casi un sentimiento, una "vivencia" autodirigida, que te busca y te encuentra; el aviso justo por donde estás estancado en el taco, o justo donde abres el diario... Sentí como si estaba llamada para una misión importante... Sí... yo... los cinco...K... la medalla.... el plan de preparación.... qué? de qué plan me hablan? Pfff, efectivamente, hay un plan de preparación que después de analizar caigo en cuenta de que no tiene que ver en lo absoluto con mi personal plan, es más, me deja en nivel de principiante - con la puntuación mínima -, y con serias amenazas de tener que dejar la carrera en medio o lo que es peor... llegar...caminando a la meta...

Pero si yo ganaba el primer lugar de las mujeres cuando subíamos el cerro Manquehue!!
Cuando mi marca del test de Cooper era mejor que la de varios hombres!! Plop, pero los años pasan.

Bien, pensé, me puede servir para una "autoevaluación". Y cuando vuelvo a repasar las instrucciones y requerimientos, llego al que a toda mujer le interesa por naturaleza: Oye, y, ¿cómo hay que ir vestida? Problemas - problemas -,  aparece una luz roja sonando como alarma: "Necesitamos" polera que evita la transpiración, especial para running, lo mismo que las calzas. Lentes especiales que protegen del sol y de las gotas de sudor; un gorro deportivo, ojalá de material ligero y colores claros para cuidar la temperatura de la cabeza. Y, las zapatillas! No, pues, mis Rock n Tone no tienen nada que ver con el running, ya dijimos cuál era el objetivo, el derriére. Casi lloro: el calzado está adaptado para todo tipo de caminatas, excepto trotar, correr o practicar deporte.

Esto... ¿se está poniendo de moda...?
Y... cuánto valen unas trainers para la gracia de ser parte del mundo K? No en oferta como necesito ahora. Me recomiendan no comprar cualquiera tampoco, me puedo moler los pies, me expongo a un esquince, a una luxación, a un calambre sin fin, a los juanetes prematuros (y éso que ya tengo).
Hasta ahí no más quedó el K. Por ahora seré la señora K de la caminata al trabajo y al cerro, hasta nuevo aviso. Una vez más, la moda sí incomoda.

Nos vemos




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